Besos vuelan la ciudad hacia la niña.
Míos son. Para ella son.
No siento lo que me dice.
¿Me ordena que suba a verla?
Luego será, que ahora me entretiene
el venero de mi escritura.
Triste estoy de no notar mi contento,
canta el niño interior que moja sus chirucas
al borde del mar.
El rey amigo que me vive
manda entregar en la primavera blanca
el aguinaldo de la roja navidad.
La nube de mis besos
vuelve a casa sin descargar
y se cuela en la nevera
en papel de celofán.
¡Qué de mimos a punto de congelar!
¿Adónde va el turbión que ha desnudado
el celindo del patio sur?
¡Mucha prisa y poco tiento
lleva ese loco aguacero!
¡Bien ido sea!
Tapia de Casariego, primer domingo de cuaresma 2008
Me han encantado tus poemas, especialmente éste hermoso aguacero de emociones.
ResponderEliminarMe gustan tus versos, les das cierta fuerza... Cautivan.
ResponderEliminaresta muy romantico ese poema, me ha gustado mucho
ResponderEliminarMILLONES DE GRACIAS. ALGUNAS VECES
ResponderEliminarLOS SENTIMIENTOS SALEN A LA LUZ DE LA ESCRITURA...