jueves, 23 de diciembre de 2010

Corazón sin flores


Pasan las nubes con agua...


Y tú, ¿por qué no estás más alegre?

( fotos Ryan McGinley; texto JRJ...y un poquito MMTR )


miércoles, 22 de diciembre de 2010

Un beso inexorable


( foto del autor )

Hay un beso ardiente, inexorable, que deseo enviaros,
 mujeres, amigas, hermanas…
Amor, rosa, romero,
alba, alondra, rocío…
¿Buscaremos juntos la estrella?...

( J R J y mi mano herética )

jueves, 16 de diciembre de 2010

Año nuevo bonanzoso


Deseo a las lectoras y lectores de este blog unas fiestas agradables y un año venidero de bien en mejor, lleno de amor, naturaleza y libros.

"Tu rosa será norma de las rosas;
tu oír, de la armonía; de las lumbres
tu pensar; tu velar, de las estrellas."

( J R J )
 

( ambas fotos tomadas por el autor )

sábado, 11 de diciembre de 2010

Soledad solitaria


( foto Leopoldo Pomés )

"La vejez. El viejo tiene que decidir cómo gestionar la soledad. ¿Qué es más adecuado: ser solitario a solas o vivir solo en compañía? Hace más de un año que vivo en soledad solitaria. No es fácil, tampoco lo considero auténtica "vida", pero es más tolerable que la soledad acompañada."

( Sándor Márai. Diarios, 1987 )


( foto Paul Strand )


domingo, 5 de diciembre de 2010

Venezia acqua alta



Il Gazzettino: última chiamata per Berlusconi: il rischio secessione esiste ancora.
Friuli – Venezia – Giulia: secessione frente a federalismo. La Liga Norte encartela la gota roja que es Venezia: “Roma ladrona”.


En Venezia hace un frío húmedo que se mea el lorito. En los exteriores y en los interiores de los cuerpos y de los espíritus.


Las toilettes de los restaurantes tienen puertas que se deslizan hacia la izquierda y el agua de sus lavabos sale a pedal. Si no conoces los trucos, te puedes hacer pis encima. Lo bueno de pasar dos semanas en Venezia es que ya no tienes que volver más nunca.


Los indígenas de aquí tienen las rodillas como polvos de talco. Son las putas escalinatas de los puentecitos que atraviesan los canales. ¡Qué calvario!


La vez anterior no había perros. Ahora sí, sobre todo teckels de pelo corto de un claro color marrón. Me acusan de ser exquisito y asocial. Será… seré… me cuesta muchas fatigas aguantar gilipolleces.


En la mesa de al lado dos norteamericanos hablan por sus móviles. El hombre gordo parece un gorrino de ciento veinte kilos. Ella es una ternerita que habla como el pato Donald. Aún tiene su morbo.


El vino tinto de Rubrato contiene sulfitos. Yo me contengo a mí mismo y me perjudico seriamente. La salud mía. Por no cantar las cuarenta al lucero del alba.


En la vitrina escaparate del restaurante La Faluca, en la calle de la Mandola vive un rodaballo. El ojo que me mira tiene una catarata. Muerto no está, pues me saluda cada vez que paso, que son varias al día. No me gustaría morir con él en Venezia. El bicho parece un po particolare. Como yo. ¡Magari!


Mi error es un viaje. El viaje. La semana de pasión es un horrible malentendido. Entre ella y yo. Y entre la Iglesia y yo.


Escribo en un café-wine-bar llamado “Teamo”. En San Marco 3795. Mujeres guapas y una nube de hombres no-heterosexuales. Alguna chica con pelo a lo garçon acaricia la mano a otra chica con pelo a lo garçon.


Una moza, con melena ella, me recuerda a Laetitia Casta… en bajito eso sí.


Hablando de comer, esto es lo que hoy he desayunado y comido y cenado: dos manzanas, dos lácteos con fruta y cereales. Dos tés, uno verde y otro no. Ensalada. Tomates pequeñitos. Espaghettis con tomate. Un té. Dos vodkas. Nada.


Escriben desde Mestre:


- “Mañana nos vemos en la Azienda agrícola. Villa Crespia al lado de Villa Chiòpris. Fattoria Colsanto”.


Ya es mañana. Mientras espero a ella, en el restaurante en que cenaremos pido un cuchillo para sacar punta al lápiz que me mangué en la librería Mondadori.