Exhausto, allá te mando, Amor, mi beso de buenos días...
La frígida cama estilo remordimiento veneciano, su colchón de borra de lana, mi olvido de la cajita de lexatín, la pastilla de jabón heno de Pravia en la ducha, el desayuno con nescafé y galletas maría, la calefacción apenas tibia... me han muerto, Amor, me han muerto. No me encuentro el alma y la carne no existe.Te quiero, mi niña, te quiero mucho ¡ Ay!
( texto y fotos de mi cosecha )
Detalles de vida, que se nos han escapado...
ResponderEliminarNos agarramos...
Un gran saludo.
( Preciosas y elocuentes fotos)
Divino! De olvido y abandono, como el alma que amó hasta extenuarse. En los detalles, dejaste marcas claras Manuel...
ResponderEliminarSiento repetirme, pero no puedo decir más que, me encantas, como siempre...en fotos y palabras.
Gracias y besos.
Hoy amaneció día gris y Venecia sin ti amor no es igual. Hoy Venecia no habla de amor en su triste soledad. Habla tu corazón en el esta tu alma recordando el ayer de un amor puro de juventud que no puedes olvidar y lo recuerdas como algo especial en tu mente y sale a la luz en tu vida. Cuando tu alma y tu carne están dormidas o crees que están dormidas ,quisieras despertar a la vida del hombre niño que habita en ti diciéndole a tu niña eterna del alma: Te quiero ,mi niña te quiero mucho¡Ay !
ResponderEliminarY que Venecia vuelva a hablar de amor otra vez....
Bellas imágenes y bello texto el que nos regalas hoy en" La cama veneziana".
Mis felicitaciones amigo Manuel por tan hermoso post de tu propia cosecha.
Besos y cariño de MA para ti.
¡Claro Susi, se escapan los detalles y...la propia vida! Dicho sea sin dramatismos, que hoy estoy lírico. Abrazos
ResponderEliminarOfelia del alma, querida Silvia, el encanto lo pone tu maravillosa manera de ser...Besos y gracias.
ResponderEliminarAmiga y compañera MA...hubo un tiempo en que todo en Venezia me hablaba de amor...¡Ay! Abrazos serranos.
ResponderEliminarManuel, un texto genial. Mejor un estado de ánimo lírico que aliquebrado.
ResponderEliminarAsí por lo bajito, sin que nadie nos oiga ¿para qué quieres el lexatín?, acaso no sabes que produce cambios en la líbido y confusión y en tal caso, quizás las cosas no fueron como las recuerdas, ja, ja.
...no encuentro el alma y la carne no existe...
ResponderEliminarMe conquistas ;)
Loli, no me seas "...eunatera",que a mí el lexatín me produce efectos "antigravitatorios" y "lucidificantes" ¡Eres una pimientilla con más puertas que un vodevil! ¡Gracias chata!
ResponderEliminar¡Gracias Pilar! ¡Ese dulce veneno de la vida...! Eres amiga y camarada: gratitud eterna te debo.
ResponderEliminarAmigo Manuel,
ResponderEliminarDescribes ( hablemos en presente ) Venise et l'Amour mejor que Charles Aznavour en sus canciones.
Viva el Amor !!!
Un abrazo
Hola Manuel. ¿Has estado en Venecia hace poco? ¿Que te llevo allí? Bonita historia.
ResponderEliminarLa verdad es que nunca hubiera definido a una cama como frígida. He buscado en mis recuerdos porque yo recuerdo que de muy pequeñita en el campo de mis abuelos tenían colchones de esos de borra de lana(recuerdo a mi abuela como peleándose con el colchón para hacer la cama, jaja).
ResponderEliminarBonito texto y bonitas fotos.
Besos
Preciosísimo texto.
ResponderEliminar"No me encuentro el alma y la carne no existe": Sublime
Un abrazo
Mercedes
¡Maitechu mía!
ResponderEliminarSí, niña Olga,sí. Unwa temporada padeciendo tanta belleza como desencuentro d'amore...
ResponderEliminarAqui nos tienes a todas tus seguidoras, con la añoranza de las galletas María y el colchón de lana. ¿Qué vida era aquella, en otro mundo, que tanto rastro nos ha dejado en el futuro?
ResponderEliminarOlga, la "saison" veneziana me resultó tan húmeda y fría que merece ser llamada "Unwa temporada", en lugar de una temporada...¡Sostenella y no enmendalla!
ResponderEliminarAmaltea, principessa de la Mongolia Exterior, es lo de siempre: los vivos añoran, los muertos, nada...¡Gracias por entender mis críticas añoranzas!
ResponderEliminarAlas me dan y venturas me traen vuestros cariños y recados, mis queridas María en Murcia y Mercedes Ridocci...¡Guirnaldas de variopintas flores para ustedes/vosotras!
ResponderEliminarEnvuelto en el papel de tu ternura, destapas un amor cotidiano, que se hunde en luces de hermosura sin igual.
ResponderEliminarMi beso entre acordes de boleros.
María,escucha ahora, en la fresca soledad de la joven madrugada...
ResponderEliminarMaría,escucha ahora, en la fresca soledad de la joven madrugada...
ResponderEliminar¡Qué nostalgia de ello cuando se olvidan trocitos de algo entre las sábanas de esa cama vaneciana...!
ResponderEliminarPreciosas fotografías (especialmente la 2ª), y más aún la tinta de tus recuerdos.
Besos y paseos felices en góndola.
:) que fresco este escrito. me gusta.
ResponderEliminarsaludos.
¡Saludemos a Claudia con guirnaldas de rosas salvajes! ¡Bienvenida a tu casa!
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