(fotos Taringa.net)
En cinco minutos se me apareció Fidel en color azul purísima, embutido en chándal y deportivas marca Adidas.
− Bienvenido a casa joven. Tiene usted buenos amigos.
Saludé con llaneza y parquedad al anciano, extremadamente delgado, pálido y débil, pero ciertamente con sus pupilas como carboncillos encendidos. El ochentón estaba avellanado, pero no andaba con la barba por el suelo.
− Pregunte lo que guste. Cuento con su discreción. Gabo dice que escribe usted en buen castellano de allá y que no es periodista, cosa que se agradece
Reconocí al Comandante su deferencia y dejé claro que no pensaba tomar notas de nuestra charla y que si, más adelante, decidía escribir un relato, le haría llegar el texto antes de darlo a leer a persona alguna. Me interesé por su convalecencia.
− Pues mire usted gallego, voy mejorcito. He ganado peso y fuerza, pero mentiría si no le dijera que esta vaina dura más de lo que yo esperaba y conviene al pueblo cubano.
El relato completo de mis charlas con Fidel está aquí:
http://cuentosencarneviva.blogspot.com/2008/01/las-horas-contadas.html
Hola Manuel Maria
ResponderEliminar"EN LA HABANA CON FIDEL"
Es uno de los relatos que más me gusta.
Saludos y saludos.
¡GRACIAS, COMPAÑERO! EL RELATO TIENE YA UN TIEMPO DE ESTAR ESCRITO, PERO DE CUANDO EN CUANDO LO OREO UN POCO...MI TRABAJO ME COSTÓ IR A LA HABANA Y TODA LA PESCA...ABRAZOS
ResponderEliminarEs siempre un placer leerte
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