martes, 30 de noviembre de 2010

Christine Keeler


En Londres, el auténtico éxito prenavideño lo constituye la exposición Christine Keeler, My Life in Pictures (en la Mayor Gallery de Cork Street), una muestra de setenta fotografías de la célebre modelo y show girl -llamémosla así- que consiguió poner en la picota en 1963 al Gobierno conservador de Harold Macmillan.

Y todo ello al hacerse público que la avispada muchacha se acostaba al mismo tiempo,aunque a distintas horas, con el secretario de Estado para la Guerra del gobierno de Su Graciosa Majestad, Lord John Profumo, con el proxeneta y narcotraficante Johnny Edgecombe y con el agregado naval de la Embajada soviética en Londres, un tal Yevgeni Ivanov.

Una bicoca para los chicos del MI-5, el afamado servicio de inteligencia británico. De la importancia como icono pop de la Keeler en el imaginario (masculino) del Reino Unido da buena cuenta el hecho de que muchas fotografías (algunas con tiradas de 50 copias y precios superiores a las 1.700 libras) ostentaban el distintivo de vendidas a las pocas horas de abrirse la exposición. Y es que con la Keeler no hay austeridad, ni siquiera millonaria, que valga.

( Sobre un texto de M. Rodríguez Rivero publicado en Babelia )
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7 comentarios:

  1. Chistine Keeler, una super mujer hermosa y esuberante, de bandera o de almanaque de lujo.


    Abrazos de MA.

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  2. Será por la ilusión de compartir lo ya compartido?

    Raros son los ingleses ¿no?

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  3. ¡Huy! que morbo suscita la que fue amantes de medio gobierno británico…ni la llamada crisis puede con ella…

    Saludos

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  4. "Si es que la que vale, vale", y la que no a "estudiar".
    Un abrazo

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  5. Sneyder Caty, he vuelto a tu blog: ¡El rey amigo ha crecido y se eleva hasta las estrellas! Abrazos de Navidad y año nuevo.

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  6. Bueno, poner en la picota a una parte de este maravilloso mundo donde nada es verdad, sólo con armas de mujer, ya es... un triunfo.
    Por alguna parte se debía empezar!
    Un beso que acompaña a tu socarronería.

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  7. Pues sí, mi querida María. La sociedad inglesa es el paradigma de "vicios privados, virtudes públicas". Pareciera que la reina Victoria sigue vivita y coleando...

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Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!