Estas brumas tan espesas, estas llanuras tan interminables y este cielo de pizarra predisponen a la melancolía y a la reflexión amarga.
La nieve ha dejado mucho silencio sobre estas tierras. Los árboles han enmudecido y solo un viento helado hace temblar el rumor callado de sus hojas.
Las ramas de los árboles son caligrafías de tinta parda sobre un cielo gris. Detrás de ellas nada brilla.
Más allá del vaho de los cristales se quiebra la aurora y detrás de las cortinas se labran surcos ruines de ambición.
La nieve confunde los caminos, se pierden las rutas bajo el manto helado y resulta difícil orientarse entre líquenes arcaicos y abedules.
Debajo de la escarcha están dibujadas las líneas de siempre. En estas tierras alejadas nos pasa como al poeta que añoraba el huerto claro donde florece el limonero.
Hemos dejado en la cuneta nuestras huellas, que pronto la nieve habrá de borrar. Este camino lo dejamos atrás, quizás nunca lo volvamos a pisar. Nosotros no hacemos camino dejamos las fronteras detrás, a la zaga de nuestro caminar. Dejaremos atrás las estelas perdidas en las trazas de la ausencia solar.
Vamos hacia el sur, donde la luz inunda la primavera, donde las canciones suenan en la plaza, y los hombres engañan. Donde las tierras están más fragmentadas y la distancia entre fronteras es menor. Junto al mar también anduvieron putas con hijos que luego se hacen mayores, hombres de buena fe, poetas exaltados, cabrones taciturnos y apañamundos que blandían espadas y cimitarras.
Francesc Cornadó me regala su bello y terrible comentario. Se hace de noche y los adverbios y adjetivos están cansados en mi mano que escribe. Solamente diré ¡Gracias Francesc!
Sí, querida María, Juan Ramón fué el poeta total, absoluto. En cada segundo de su vida se entregó a la poesía. Él mismo se calificó de "creador sin escape". Me contenta mucho compartir contigo el amor a la obra de JRJ. Toda la felicidad para ti. Besos.
Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
Me encanta Juan Ramón Jiménez, sobre todo esa de:
ResponderEliminar"Dejo correr mi sangre para que te persiga, no esperes a que salga la última gota para hacerte mia".
Besos y feliz domingo
Me gustas cuando te muestras así.
ResponderEliminarMe gustas... así de fácil.
Un beso sencillo.
Que terriblemente cruel es añorar lo que se tiene cerca, pero deviene inalcanzable.
ResponderEliminarBesos de primavera
Estas brumas tan espesas, estas llanuras tan interminables y este cielo de pizarra predisponen a la melancolía y a la reflexión amarga.
ResponderEliminarLa nieve ha dejado mucho silencio sobre estas tierras. Los árboles han enmudecido y solo un viento helado hace temblar el rumor callado de sus hojas.
Las ramas de los árboles son caligrafías de tinta parda sobre un cielo gris. Detrás de ellas nada brilla.
Más allá del vaho de los cristales se quiebra la aurora y detrás de las cortinas se labran surcos ruines de ambición.
La nieve confunde los caminos, se pierden las rutas bajo el manto helado y resulta difícil orientarse entre líquenes arcaicos y abedules.
Debajo de la escarcha están dibujadas las líneas de siempre.
En estas tierras alejadas nos pasa como al poeta que añoraba el huerto claro donde florece el limonero.
Hemos dejado en la cuneta nuestras huellas, que pronto la nieve habrá de borrar. Este camino lo dejamos atrás, quizás nunca lo volvamos a pisar. Nosotros no hacemos camino dejamos las fronteras detrás, a la zaga de nuestro caminar. Dejaremos atrás las estelas perdidas en las trazas de la ausencia solar.
Vamos hacia el sur, donde la luz inunda la primavera, donde las canciones suenan en la plaza, y los hombres engañan. Donde las tierras están más fragmentadas y la distancia entre fronteras es menor.
Junto al mar también anduvieron putas con hijos que luego se hacen mayores, hombres de buena fe, poetas exaltados, cabrones taciturnos y apañamundos que blandían espadas y cimitarras.
Salud
Francesc Cornadó
Francesc Cornadó me regala su bello y terrible comentario. Se hace de noche y los adverbios y adjetivos están cansados en mi mano que escribe. Solamente diré ¡Gracias Francesc!
ResponderEliminarSí, querida María, Juan Ramón fué el poeta total, absoluto. En cada segundo de su vida se entregó a la poesía. Él mismo se calificó de "creador sin escape". Me contenta mucho compartir contigo el amor a la obra de JRJ. Toda la felicidad para ti. Besos.
ResponderEliminarMaría, que pasa por aquí, me deja su corazón dulce y rojo. ¡Gracias!
ResponderEliminarClaro, querida Pilar, siempre preferimos la fruta del cercado ajeno...Beso como un ocaso de oro.
ResponderEliminarNostalgias de esperanzas y un más acá de anhelos, de alma interior bella estampa antes.
ResponderEliminarHoy horizontes tristes.
II La fusión.
Al amanecer,
el mundo me besa
en tu boca,mujer.
J.R.J.
Voces de mi copla y cancincillas ideales.
Abrazos de MA para ti Manuel.
Feliz tarde noche de domingo.
Me gustas cuando te veo y tu reflejo graba imágenes en mi mente
ResponderEliminarUn beso