( ilustración Fernando Vicente )
Vino el tercer sueño y vino malo. Vino amargo.
Mi tierra se inundaba, enguachinada por la vena abierta
en la concreta pared del embalse de la vega de Granada.
Mujeres e hijos en antracita. Violencia y rencor.
El odio africano de la máscara avarienta envenena
sus pellejos colgantes.
Fortifico La Casería con mis manos, que cimbrean varas de avellano sobre el rulé del eunuco impostor.
Indulto los yerros de quienes llevan mi sangre.
Condenación a los avernos a la bruja y a su petimetre colgante. ¡Serán pasados por las armas de mi pluma! ¡Ajaré sus vanidades!
Morirán tal como viven, vestidos con la armadura de la mentira.
¡Mal rayo les parta!
Manuel. El tercer sueño puedes ser el tercer año de guerra civil española vividos en Granada por personas inocentes , en tus duros versos se siente el dolor y la rabia de la dura realidad de tus versos.
ResponderEliminarTe felicito por tu escrito , escrito, con sangre del corazón de poeta.
Un abrazo de MA desde tierra granadina.
Y encaramado en su caballo de olvido, ahí llegó el cuato sueño.
ResponderEliminarEse, sí ese que planeamos cuando aun no hemos llegado al primero, como redentor de los padeceres del tercero.
¡Puede ser, Ma querida, puede ser! Son pesadillas recurrentes y virulentas...¡Gracias!
ResponderEliminarAmiga Marian, en materia onírica, no hay cuarto malo...¡un buen sueño avec une tendresse extrême!
ResponderEliminarGracias Marian.
Nunca he sabido interpretar sueños, pero sí sé analizar lo que leo y este texto está lleno de imágenes de dolor y violencia, entre las brumas del inconsciente.
ResponderEliminarMagníficamente escrito, como no podía ser menos, estoy segura que el resultado será un fusilamiento literario al amanecer.
Un beso y mi afecto.
Querida María: ¡Por ahí van los tiros...! Cualquier amanecer, en cualquier lugar...Correspondo y aumento de tu afecto.
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