el balcón de oxigeno es una puerta abierta a la calle , el ver pasar el tiempo as estaciones del año y las personas a través de los cristales del ventanal . Un abrazo de MA
Creo que miran lo que en suerte les haya tocado en frente. Recuerdo a Sara por ejemplo, miraba a la calle desde su balcón a dos metros del suelo, todos al pasar debajo de él echábamos piropos a sus ciento y pico kilos de anatomía, como el balcon era pequeño, lo llenaba entero con sus carnes. Ella miraba y se dejaba ver, es lo que tiene de bueno un balcón. DOC IÑAKI LO ESCRIBE..¡ES PRECIOSO!
Maite San Miguel me ha enviado un enlace a este blog:
Mis tías se sentaban en el mirador a ver la gente pasar e intentar reconocer. Era como leer los chismes de la revista de cotilleos con los ojos....otros tiempos
Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!
el balcón de oxigeno es una puerta abierta a la calle , el ver pasar el tiempo as estaciones del año y las personas a través de los cristales del ventanal .
ResponderEliminarUn abrazo de MA
¡GRACIAS MA LINDA! TAMBIÉN SE PUEDEN SENTIR LAS FRÁGILES HOJAS DE OTOÑO...QUE DESMENUZA EL VIENTO DEL MULHACÉN...BESOS
ResponderEliminarCreo que miran lo que en suerte les haya tocado en frente. Recuerdo a Sara por ejemplo, miraba a la calle desde su balcón a dos metros del suelo, todos al pasar debajo de él echábamos piropos a sus ciento y pico kilos de anatomía, como el balcon era pequeño, lo llenaba entero con sus carnes.
ResponderEliminarElla miraba y se dejaba ver, es lo que tiene de bueno un balcón.
DOC IÑAKI LO ESCRIBE..¡ES PRECIOSO!
Maite San Miguel me ha enviado un enlace a este blog:
ResponderEliminarMis tías se sentaban en el mirador a ver la gente pasar e intentar reconocer. Era como leer los chismes de la revista de cotilleos con los ojos....otros tiempos